YAMI
Yami es una meditación sobre la oscuridad como un espacio vivo y cargado de significado. El negro absoluto domina el lienzo, pero contiene una sombra latente, un secreto visual que solo se revela a través de la introspección.
Descripción artística
Una línea de árboles emerge tímidamente en la esquina superior, como un recuerdo borroso entre nieblas. La obra apela al silencio y a la contemplación.
No hay luz, pero tampoco desesperanza. La oscuridad es aquí un estado mental, un paisaje interior. Yami no impone una emoción: la invoca desde el vacío. Como un haiku visual, deja espacio para el eco.
Yami (闇) es la palabra japonesa que significa “oscuridad” o “tiniebla”, pero no solo en el sentido físico, sino también como un espacio donde habitan el silencio, lo desconocido o lo invisible. Es una oscuridad plena, densa, pero no vacía.